La actual Comissió de Festes de Sant Roc es una sección más de la Associació de Festes de la Plaça Nova, su principal responsabilidad es el diseño, preparación y realización de las Festes de Sant Roc de Barcelona en la plaza Nova. La Comissió de Festes está integrada, además de por su junta, por los responsables de las diferentes tareas de las fiestas y por cualquier otro miembro de la Associació que trabaje y de muchos colaboradores externos, especialmente vecinos y ex vecinos del barrio de la Catedral. La Comissió de Festes es el referente histórico de nuestra Associació que, de hecho, durante cuatrocientos años (1589-1988) ha sido la entidad responsable de todas las actividades hasta que en 1988 se refundó en Associació de Festes de la Plaça Nova.
Historia
En 1589, los vecinos del barrio de la Catedral de Barcelona, en agradecimiento por haber sido preservados de la terrible peste bubónica de ese año, constituyeron la Confraria de Sant Roch de la Plassa Nova y, desde ese mismo año, celebraron fiestas en su honor. Así nacían unas celebraciones que perdurarían hasta nuestros días y que se han convertido en la fiesta patronal y popular de calle más antigua de la ciudad.
Durante los primeros años del siglo XIX, la aparición de un nuevo fenómeno representó una verdadera transformación de la plaza Nova y de su fiesta: la constatación y el reconocimiento del vecindario, básicamente formado por menestrales y por clases populares, como territorio cohesionado con una identidad propia y singular, un barrio: el barrio de la Catedral. La plaza Nova, desde su nacimiento en 1355, era el centro vital, comercial y social del barrio de la Catedral, que acogía todo tipo de mercados al abrigo de los que aparecieron todo tipo de negocios familiares, comercios, fondas y hostales que perdurarían hasta bien entrado el siglo XX. Estas familias de toda la vida – los Xacó, los Morató, los Castells, los Noguera, y personas como Tòfol el Cansalader, Guimet dels Billars, Pontí Daurador, Pepeta Caball…- serán durante los dos primeros tercios del siglo XIX los responsables espontáneos del mantenimiento y la iluminación de la hornacina y de cuidar la imagen de Sant Roc a lo largo de todo el año, así como de la celebración de sus fiestas, que cada vez eran más populares.
En 1884 el Ayuntamiento de Barcelona renueva el voto de ciudad a Sant Roc, voto que había dejado de cumplir treinta y tres años antes, y el obispo Jaume Català i Albons concedía cuarenta días de indulgencia a los devotos que rogaran un padrenuestro y una avemaría a la imagen de Sant Roc de la plaza Nova el día de su fiesta. Mientras tanto, los vecinos y comerciantes del barrio escogían los miembros de la que sería la primera Comissió de Festes oficialmente constituida y, por tanto, la primera de la que se conservan las actas y las cuentas.
El primer presidente de la Comissió de Festes fue Gervasi Amat, comerciante de la plaza que tenía una tienda de alfombras y persianas. El resto de la Comissió estaba integrada por otros comerciantes de la plaza y las calles adyacentes y con un largo linaje en el barrio: Josep Morató (zapatero), Joan Miquel (carbonero), Josep Rigau (panadero) y Josep Campañà (granero). La nueva Comissió, desde entonces, invitaría a las Festes vecinos y visitantes con sus pregones y llamadas escritos en verso y llenos de ironía; una auténtica muestra de la literatura popular en catalán de la época. La nueva Comissió dará un gran impulso a las celebraciones en los aspectos más festivos y populares.
El primer tercio del siglo XX representó la auténtica edad de oro de las Festes de Sant Roc de la Plaça Nova. En 1903 se renueva la Comissió de Festes. Un primer paso de la renovación ya había comenzado en 1902, con la incorporación de jóvenes pertenecientes a los linajes menestrales habituales del barrio y de nuevos vecinos, prohombres de la política y la intelectualidad del momento y jóvenes con ínfulas artísticas que darían un giro a la fiesta y que, sin alterar el espíritu popular de su esencia, la enriquecería con un aire nuevo de catalanidad y modernismo.
Los miembros de la nueva Comissió eran personas bien conocidas en el barrio y, sólo por el hecho de pertenecer a él, eran considerados la élite del vecindario: primero Francesc Taxonera, Joan Fadurdo, Josep Dueñas, Antoni Gené, Antoni Campañá Francesc Puig i Alfonso, Camilo Carballo o Francesc Llorenç, y después Isidre Baqué, Benet Morató, Antoni P. Rigau, Roc Russinyol, Antoni Thomas, Josep Urgés, Matías Gavín, Josep Barbany o Joan Estruch. Pero todos ellos en el barrio no dejarían nunca de ser Pepet del Carril, Antonet del Forn, Juanito de la Taverna, Benito de les Sabates, Antoniu el Cansalader, el Senyor Paco de la Farmàcia, Pep el Matalasser, el Senyor Franciscu de la Llibreria, Matías Vetes i Fils o Isidret el Torner.
A finales de la Guerra Civil (1936-1939) y instaurado el nuevo régimen del dictador general Franco, el mismo año 1939 se volvieron a celebrar las Festes con los actos más tradicionales y, evidentemente, los religiosos. La primera reunión de la Comissió de Festes fue el 28 de mayo en los salones del Palau Episcopal, bajo la supervisión del obispo Miguel de los Santos, justo cuatro meses después que terminara la guerra. Los miembros de la Comissió de Festes que quedaban todavía no eran conscientes, como no lo era gran parte de la población, del alcance de la victoria fascista y de sus consecuencias.
Sin embargo, los miembros de la Comissió que aún quedaban vivos y que continuaban en el barrio hicieron todo lo posible por mantener el espíritu y la catalanidad de la fiesta, con actos como el seguici, las sardanas y las actuaciones de grupos y corales. Cabe mencionar los valientes y entusiastas miembros de la Comissió de aquellos años difíciles: Joan Estruch i Sastre, Francesc Taxonera, Antoni P. Rigau, Antoni Thomas, Ramon Masgrau, Benet Morató, Nemesi Ponsati, Ricard Maria Baqué, Narcís Moner, Manel Solà, Amadeu Estruch, Àlvar Xanxo y todas y todos los que colaboraron con ellos.
En 1958, con la desaparición física, al menos parcialmente, de la plaza Nova y de gran parte del barrio de la Catedral, y con la marcha forzada de muchísimos de sus vecinos, dos de los tres componentes imprescindibles para la celebración de la fiesta hacían quiebra: la plaza como espacio de comunicación y de intercambio social y cultural, y el grueso del colectivo vecinal como concelebrante; se mantenía, sin embargo, el motivo originario de la celebración: Sant Roc de Barcelona. El mérito loable, titánico y nunca suficientemente reconocido de la Comissió de Festes fue, de un lado, saber ligar las relaciones entre los viejos y los nuevos vecinos y los exvecinos -se creó la expresión exvecinos- y, del otro, mantener el espíritu de la plaza Nova como foro y epicentro del barrio extendiendo su área de influencia a los barrios vecinos del Call, el Pi y Santa Anna: el nuevo barrio de la nueva Plaça Nova.
La Comissió de Festes, consciente de las terribles circunstancias por las que pasaban no sólo la continuidad física del barrio sino también las mismas relaciones vecinales y familiares, ejerció de auténtica asociación de vecinos y comerciantes. En 1950 la Comissió aumentó muy considerablemente el número de miembros, la mayoría, jóvenes que no se resignaban a la desaparición del barrio, de sus tradiciones y del contacto entre los vecinos. Sant Roc, y la Comissió, reaccionaron con energía…
Junto a los miembros más veteranos de la Comissió de Festes, que mantenían el espíritu tradicional del barrio y de la fiesta, el dinamismo de los nuevos componentes – Joan Estruch i Pipó, Antoni Parellada, Joan Guillem, Joaquim Bosch, Joan Camps, Josep Mestres, Manel Ribé, Santiago Garcia, Jaume Guchans, Joan Pla, Emili Marqui, Jaume Pineda, Jaume Planas, Josep Maria Pujol, Jordi Vallejo y Francesc Verdú, y otros jóvenes que colaboraban y que, en los años sesenta, entrarían a formar parte de la Comissió- hizo que las Festes crecieran tanto en actividades como en popularidad. Las Festes de Sant Roc actuaron como una eficaz herramienta cohesionadora de viejos vecinos, exvecinos y vecinos nuevos.
La Comissió de Festes, que ahora se reunía en el nuevo Bar Estruch, en la avenida de la Catedral, número 3, a pesar de reconocer el cambio tan sustancial que se había producido en el barrio, se esforzaba haciendo llamadas a los nuevos vecinos, publicando en los programas de las Festes artículos y recortes de prensa de reafirmación, de reconocimiento y de exaltación, y encargando escritos a periodistas, historiadores y escritores que harían el panegírico de las Festes y del barrio renovado. Son destacables los de Josep Maria Espinàs o los de Avel·lí Artís, Sempronio, entre otros. A pesar de la transformación, con la vitalidad de nuevos miembros de la Comissió de Festes, estas se preparaban para una segunda edad de oro que se alargaría de 1959 a 1971. Los nuevos miembros eran jóvenes, y no tan jóvenes, que trabajaban para las Festes antes de ser oficialmente componentes de la Comissió, encargándose de los juegos tradicionales, de la Cucanya y los gigantes y buscando recursos económicos y nuevos asociados más allá de los límites tradicionales del barrio. Cabe mencionar Joan Bach, Pasqual Borràs, Joaquim Borràs, Manel Carcarra, los hermanos Lluís y Miquel Cortés, Josep Cercós, Àngel Suriol y Joaquim Gómez Jornet, primero, y, más tarde, Andreu Pérez, Ernest Fonollosa, Josep Aragonés, Eduard Díez, Francesc Díez, Emili Serra, Jaume Gilabert, Josep Riu y Josep Cordomí i Fernández.
Con la recuperación de la democracia y de la calle como espacio de expresión y de fiesta, el nacimiento de colectivos que buscaban en la cultura popular y tradicional las raíces del país se generalizó. En la plaza Nova la entrada de nuevos jóvenes del barrio – Xavier Cordomí o Manel Macià, primero, y Maria Teresa Aguilà, Mariano Baraut o Ferran Gómez, entre otros, después- orientaba las Festes en este sentido. De este modo, el nacimiento de la Colla de la Plaça Nova, en 1982, integrada por jóvenes de toda la ciudad que colaboraban con la Comissió pero sin formar parte de ella, representaría un punto de inflexión importante para las Festes de Sant Roc y las tradiciones del antiguo barrio de la Catedral.
Lo primero que hizo la Colla de la Plaça Nova fue hacerse cargo de los viejos gigantes de Sant Roc para participar no sólo en las Festes de Sant Roc y en la Cavalcada de la Mercè-donde concurrían desde mediados de los años cincuenta, sino también en los muchos encuentros de gigantes que empezaba a ser costumbre celebrar en todo el país. El responsable de las actuaciones de los gigantes hasta entonces había sido el mismo miembro de la Comissió de Festes que se hacía cargo de la Cucanya, Ernest Fonollosa, pero los geganters no tenían una organización específica para responder a las nuevas actividades para las que eran reclamados. De esta manera la nueva Colla de Gegants de la Plaça Nova se estructuró como colla de gigantes autónoma de la Comissió de Festes. El primer grupo era constituido por veintidós dos chicos y chicas portadores y un cap de colla. El cap de colla entraba directamente a formar parte de la Comissió de Festes. Josep Maria Roig, Carolina Rius y Enric Rodríguez fueron los caps de colla de los geganters hasta el año 1988, cuando la Colla y la Comissió se fusionaron y constituyeron la Associació de Festes de la Plaça Nova.
Las Festes de Sant Roc de la Plaça Nova entran en el siglo XXI totalmente renovadas y con respeto por la responsabilidad que representa tener más de cuatro siglos de tradición y el precedente de miles de mujeres y de hombres que construyeron un barrio y una ciudad. Con la fundación de la Associació de Festes de la Plaça Nova el objetivo principal de los asociados era, y es, el mantenimiento, el estudio y la difusión de Sant Roc como tradición y patrimonio inmaterial de toda la ciudad de Barcelona.
Las Festes de Sant Roc han fijado una programación en la que los actos tradicionales incorporados a la celebración durante más de cuatrocientos años ahora son el eje vertebrador de la liturgia festiva. La fiesta actual tiene esta doble vertiente de tradición barcelonesa, patrimonio de la ciudad, y de fiesta popular del barrio que durante cuatro siglos y cuarto ha sido la Vilanova dels Arcs, el barrio de la Catedral y el barrio Gòtic. De esta manera la celebración reiterativa de la tradición se configura con una serie de actividades que son las que singularizan Sant Roc de Barcelona.
Galería de Honor: 
Comissió de Festes de Sant Roc de la Plaça Nova, años 1829 – 1870
Precedentes, vecinos y comerciantes del barrio responsables de las fiestas (sólo conservamos algunos nombres)

Francisco Morató “en Xacó”

Caterina de Morató “la Xacona”

Cristòfol Fluvià  “Tòfol de la plassa Nova, cansalader”

Guimet “dels billars”

Josep Castells “l’herbolari”

Manel Pontí “daurador”

Pepet Morató “Arcís de les timbales”

Pepeta Caball “Pepeta Cavall”

Comissió de Festes de Sant Roc de la Plaça Nova, años 1884 – 1988

Gervasi Amat, Primer Presidente

Josep Maria Aguilà

Maria Teresa Aguilà

Josep Aragonés

Joan Bach

Francesc Baqué

Isidre Baqué

Mariano Baraut

Josep Barbany  “Pepet del carril”

Francesc Blanch

Joaquim Borrás

Pasqual Borrás

Joaquim Bosch

Jofre Calduch

Antoni Campañá

Josep Campañá

J. Camps

Camilo Carballo

Manel Carcarra

Montserrat Castells

Josep Cendrós

Josep Cordomí

Xavier Cordomí

Lluís Cortés

Miquel Cortés

Joan Dalmases

Eduard Díez

Francesc Díez

Xavier Díez

Neus Dolset

Joan Domènech

Josep Dueñas

Joan Estruch Pipó

Amadeu Estruch Sastre

Joan Estruch Sastre

Joan Fadurdo

Neus Faura

Jaume Freixas

Ernest Fonollosa

Joan Font

Jesús Garcia

Santiago Garcia

Josep Maria Garrut

Matias Gavín

Joaquim Gay

Antoni Gené

Jaume Gilabert

Ferran Gómez

Joaquim Gómez Jornet

Francesc Grau

Jaume Guchans

Joan Guillem

Jordi Guillem

Ramon Guinovart

Agustí Iglesias

Josep Jalencas

Elisenda Joan

Francesc Llorens

Manel Macià

Emili Marqui

Francesc Martínez Fabregat

Ramon Masgrau

Josep Mestres

Joan Miquel

Narcís Moner

Baldomero Montserrat

Benet Morató

Josep Morató

Ramon Murillo

Joan Noguera

Antoni Parellada

Enric Parellada

Andreu Pérez

Núria Pérez

Jaume Pineda

Carme Pla

Joan Pla

Jaume Planas

Joan Priu

Francesc Puig i Alfonso

Josep Maria Pujol

Manel Ribé

Antoni de Paula Rigau

Josep Rigau

Josep Riu

Carolina Rius

Enric Rodríguez

Josep Maria Roig

Roc Russinyol

Emili Serra

Pere Soteres

Àngel Suriol

Josep Tarragó

Francesc Taxonera

J. Teixidor

Antoni Thomas

Josep Urgés

Jordi Vallejo

Francesc Verdú

Àlvar Xancó

Y tantos y tantas hombres y mujeres, vecinos y exvecinos del barrio de la Plaça Nova que, sin ser formalmente miembros de la Comissió, a lo largo de su vida siempre han sido colaboradores, trabajando para las Festes y luchando por el barrio.
Desde 1982, cuando un grupo de jóvenes funda la Colla de la Plaça Nova, como portadores y músicos de los gigantes, primero, y como grupo de diablos, después, los colaboradores con la fiesta aumentaron enormemente. Más de cien jóvenes pasaron por la colla hasta el año 1988, cuando la Comissió y la Colla se fusionaron y constituyeron la Associació de Festes de la Plaça Nova.
Desde entonces, y hasta hoy, más de cuatrocientas veinticinco personas han trabajado, desde la plaza Nova, para la fiesta y la tradición barcelonesa, las Festes de Sant Roc de Barcelona en la plaza Nova.