ÀLIGA DE LA CIUTAT DE BARCELONA

El Àliga de la ciudad de Barcelona, ​​de la que ya tenemos noticias en el siglo XIV, vivió su época más esplendorosa en los siglos XVI y XVII, cuando era responsabilidad del Consell Municipal y, por este motivo, se tenía que presentar a cualquier ceremonia, fiesta oficial o acto donde asistiese cualquiera de los miembros del Consell, representando la misma ciudad de Barcelona.

Tenía el privilegio de bailar dentro de las iglesias después de los oficios solemnes y antes de comenzar la procesión del Corpus, desfilaba justo delante de la Custòdia de la Sagrada Forma y separada del resto de entremeses. Su baile era considerado el más grande honor que se podía ofrecer a los personajes más nobles que visitaban la ciudad y es por eso que la encontramos en las celebraciones de recibimiento del rey de Portugal (1463), del emperador Carlos I (1519) , del rey Felipe II (1568), del rey Felipe III (1599), de Felipe de Borbón (1701) y del archiduque Carlos (1703).

El Decreto de Nova Planta (1716) implica un ataque a su simbolismo y una restricción de sus privilegios y posteriormente, con las prohibiciones de 1771, ya se limita el lugar donde el Àliga puede realizar su baile. Finalmente, su última referencia la encontramos en 1807, por las fiestas de canonización de Sant Josep Oriol. En agosto de 1989, el Àliga de Barcelona es recuperada como elemento del Projecte de Recuperació de la Imatgeria Festiva de la Barcelona Vella, bajo responsabilidad de la Associació de Festes de la Plaça Nova. Forma parte ya desde su creación del Seguici Popular de Barcelona, ​​con baile propio y música propia, recuperada de una antigua melodía encontrada en el archivo parroquial del Pi y conocida como Ball para bailar el Àliga de Barcelona.

En 1998 la Associació de Festes de la Plaça Nova ofreció oficialmente la figura a la ciudad por medio del Institut de Cultura, por lo que vuelve a ser considerada un entremés municipal, con su protocolo propio, residiendo en dependencias municipales y representando la ciudad condal en aquellas ocasiones que le corresponda.

VIBRIA DE BARCELONA

El nombre de Víbria tiene su origen en la expresión "vibre" que significa víbora. Esta serpiente, muy corriente en Catalunya y a la vez peligrosa y temida, ha sido fácilmente adaptada a leyendas de monstruos malignos que luchan contra caballeros -la de Sant Jordi es un ejemplo-. Y, a la vez que la expresión ha ido evolucionando del término masculino al femenino actual, lo mismo ha sucedido con la figura, que ha pasado a tener la apariencia de dragón con el añadido de pechos de mujer y que hace que actualmente la conozcamos como dragón hembra.

La primera noticia de la Víbria la tenemos en el 1399 cuando el Consell de la Ciutat se desplazó a Zaragoza con motivo de la coronación del rey Martí l'Humà. Posteriormente la encontramos en 1424 en la procesión del Corpus de la parroquia de Santa Maria del Mar, en el año 1481 en la recepción de la reina Isabel de Castilla y 1568 y con motivo de la entrada del rey Felipe II , la Víbria es llevada por el gremio de los herreros.

Como en el resto de figuras del Bestiari Històric, la encontramos los años 1601 y 1701 para las fiestas de canonización de Sant Ramón de Penyafort y para las fiestas de la recepción de Felipe de Borbón en Barcelona respectivamente. Es a partir de este momento que la figura se confunde, participa en las procesiones como miembro de la comparsa del Drac y empieza a ser conocida como la Dragona o como la hembra del Drac. Finalmente con las restricciones de 1780 la figura acaba por desaparecer.

La nueva Víbria de Barcelona es recuperada en 1993, siguiendo el Projecte de Recuperació de la Iamatgeria Festiva de la Barcelona Vella, bajo la responsabilidad de la Associació de Festes de la Plaça Nova. En la actualidad la podemos ver como miembro del Seguici Popular de Barcelona con baile propio, la Dansa de la Víbria, ejecutado con música de gralla y percusión, y como bestia hoguera participando en correfocs.

ARPELLA DEL BARRI GÒTIC

La arpella, águila marina o de los humedales, es una figura del bestiario, de fuego y de animación, recreada a partir de la vieja Àliga de la Ciutat de Barcelona por la Associació de Festes de la Plaça Nova en 1998.

Su movilidad, la figura espectacular y los puntos de fuego en el pico, la hacen una pieza muy versátil. Desde su creación ha participado en los actos de fuego y de animación de las fiestas de Sant Roc, Santa Eulàlia, de Sant Jordi y de La Mercè, entre otros de Barcelona.

Puede participar, acompañada por tamborileros, en correfocs y otros espectáculos de fuego, sola o acompañada por los Diables del Barri Gòtic. Su fuego y agilidad la hacen muy divertida y participativa. Sin embargo puede participar, acompaña por los grallers La Pessigolla de la Plaça Nova, en desfiles y pasacalles, sola o acompañada de la Víbria - con una coreografía especialmente, o bien con capgrossos y / o xanquers.

Su corta existènica está llena de actuaciones, tanto de fuego como de animación, que acreditan su éxito entre el público: Palma de Mallorca, Perpiñán, Blanes, Villafranca, Figueras, Malgrat, Sant Pol...